Aunque a veces tendemos a pensar en Caligrafia y Modernidad como conceptos antagónicos, nada más lejos de la realidad en la actualidad.
En contextos más informales o modernistas el buen calígrafo aporta nuevos estilos de escritura más libres donde explotar la creatividad. Generalmente, a mayor dominio de los estilos clásicos se tienen mejores herramientas para desarrollar nuevos estilos propios de Caligrafía contemporánea.